Veo en el blog de Casimiro López un spot argentino en el que sitúa a la prensa en el infierno y a distintos niveles graduados del menos malo al peor:
Nivel 1.- Allí están los superficiales. Los que nunca investigan. Su castigo es escribir eternamente cosas sin sentido.
Nivel 2.- Los periodista inexactos. Los que no contrastan las fuentes, los imprecisos.
Nivel 3.- Los tendenciosos. No tienen matices. Están condenados a decir sí o no para siempre.
Nivel 4.- Los altaneros. Los que abusan de su poder. Se creen intocables.
Nivel 5.- Los sensacionalistas. Su castigo es gritar.
Nivel 6.- Los serviles, los que se venden los que responden a intereses.
Nivel 7.- Los calculadores, son mercaderes, no les importa el periodismo sólo les importa el dinero.
¿Todos los periodistas vienen para acá?
NO. Ciertamente, pocas veces, podemos decir que los periodistas tienen ganado el cielo. Quizá se puedan contar con los dedos de una mano.
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