En el Reino Unido han tomado una decisión de lo más salomónica para acabar con la discriminación salarial: bajamos el sueldo de los hombres y así no tenemos que subir el de las mujeres y el estado sale ganando con el cambio. Los hombres ingleses están que trinan y los funcionarios más todavía porque es a ellos a los que se les va a aplicar una medida que afecta a un millón y medio de hombres trabajadores de ayuntamientos que cobrarán hasta un 40% menos a partir del mes de abril.
Esta igualdad a la baja anuncia protestas y huelgas dado que los hombres sufrirán recortes salariales entre 3.000 y 22.000 euros menos al año para poder frente a las mejoras en los sueldos de las mujeres.
Esperemos que la equiparación salarial española, aprobada por la Ley de Igualdad, el pasado jueves, no determine esta solución tan solidaria con el salario femenino.
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