31 marzo, 2007
Test de posicionamiento ideológico
Tenemos Prensa y “prensa”
Nivel 1.- Allí están los superficiales. Los que nunca investigan. Su castigo es escribir eternamente cosas sin sentido.
Nivel 2.- Los periodista inexactos. Los que no contrastan las fuentes, los imprecisos.
Nivel 3.- Los tendenciosos. No tienen matices. Están condenados a decir sí o no para siempre.
Nivel 4.- Los altaneros. Los que abusan de su poder. Se creen intocables.
Nivel 5.- Los sensacionalistas. Su castigo es gritar.
Nivel 6.- Los serviles, los que se venden los que responden a intereses.
Nivel 7.- Los calculadores, son mercaderes, no les importa el periodismo sólo les importa el dinero.
¿Todos los periodistas vienen para acá?
NO. Ciertamente, pocas veces, podemos decir que los periodistas tienen ganado el cielo. Quizá se puedan contar con los dedos de una mano.
27 marzo, 2007
Preguntas ciudadanas para políticos alterados
Traer este formato, por primera vez a España, es ya de por sí una voluntad cívica importante de la cadena pública y una predisposición de los líderes políticos al aceptar el reto. La pena es que no se ha hecho nunca en un país TAN democrático como en España en el que la opinión de los ciudadanos en estos party brillan por su ausencia. Menos mal que tenemos Francia al lado, y su cadena privada la TF1 del grupo conservador de Bouygues, que con esto del la globalización nos recuerda como se deben hacer estas cosas. Porque TVE copiará la fórmula y el título que la televisión francesa empleó con Royal y Sarkozy en el programa “J’ai une question à vous poser”. Madame Royal mantuvo el tipo durante dos horas y muchas de las preguntas eran curiosidades sobre anécdotas de su vida personal. Veamos lo que preguntan estos ciudadanos seleccionados según criterios de representatividad de las sociedad española y veamos al homo politicus catodicus en acción.
Confío que los líderes no se carguen el objetivo del programa que es dar respuesta a los ciudadanos a los temas reales que les preocupan a ellos y no mareen la perdiz demasiado con el enfrentamiento político. La ocasión es de oro y de máxima audiencia.
Democracia participativa
La democracia participativa está de moda y en auge, si miramos fuera de España porque dentro ya es otro cantar lo de la “democracia” y lo de “participativa”. Está siendo reivindicada sobre todo por los partidos progresistas en los que se encuentran mujeres como es el caso de Segolene Royal en Francia, que el modelo da campaña planteado se traduce en más de un millar de debates con ciudadanos sobre temas concretos que les preocupan y que han venido a conformar su programa electoral. En EE UU, Hilary Clinton, también basará el proceso y su programa electoral hacia la Casa Blanca de la retroalimentación de las propuestas ciudadanas.
La democracia participativa es un modo de convivencia en el diálogo y en el ejercicio pleno de los derechos y deberes ciudadanos en los asuntos públicos que les afectan en su calidad de vida. Es una forma de acceder los ciudadanos a participar en la toma de decisiones políticas. Aplicada a la televisión, esta democracia participativa, se desarrolla al conceder el micrófono al ciudadano para que pueda aproximarse al político con sus opiniones e inquietudes.
26 marzo, 2007
Sigo esperando a Montesquieu
Querido Montesquieu,
¿Puede el Estado de Derecho estar torcido? ¿Por qué el Estado de Derecho español nunca ha estado tan desprestigiado como ahora? ¿Se ha atrincherado el sector conservador de las instituciones del Estado de Derecho como ariete de la política del PP?
¿No crees, querido Montesquieu, que hay movimientos interesados de nombramientos?
Creo, querido Montesquieu, que necesitamos una reforma de las instituciones que representan el Estado de Derecho para que sus nombramientos estén por encima de los dimes y diretes políticos. No hay credibilidad y se ha perdido la confianza.
Ay Montesquieu quien te ha visto y quien te ve. Te sigo esperando para que clarifiques todo el chiringuito que se han montado.
18 marzo, 2007
Un carnet político por puntos
Se penalizará y restará puntos a sus señorías el no asistir, no ya al pleno, sino no estar en su despacho de trabajo; no hacer bien los deberes, votar despistadamente o directamente no asistir a votar; protestar cuando esté hablando el de la oposición, hacer manifestaciones sexistas dentro de la cámara, marginar en las negociaciones a otros partidos, llegar tarde a una rueda de prensa, filtrar información interesada y no pagar cafés y escaquearse.
Se premiará, se premiará... con el sueldo es suficiente. Aunque se gratificará con algún texto legal español o escritos de grandes pensadores como Montesquieu y su obra “Del espíritu de las leyes”, así aprenderán e interiorizaran que la división de poderes del estado son independientes unos de otros.
Como estrategia electoral, manifestaciones a tutiplén
Propongo también temas para que los del PSOE se manifiesten, ya empezó ayer manifestándose por el cuarto aniversario de la invasión de Irak; sugiero que también se salga a la calle por el aniversario del chapapote del Prestige, por la corrupción de los ayuntamientos del PP, por un Telemadrid sin partidismo, porque España no se rompe sólo se transforma, en fin, sigan pensando temas.
Mi reino de Navarra
Como recoge el texto constitucional español en su disposición transitoria cuarta con respecto a la incorporación de Navarra al País Vasco: “corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada por referéndum expresamente convocado para el efecto y aprobado por mayoría de los votos emitidos”. Es decir, se necesita la aprobación por mayoría del Parlamento navarro y la convocatoria de un referéndum para que opinen los ciudadanos navarros.
Y ya de paso, quiero que en la agenda mediática y política conste que como navarra y pamplonica que soy reivindico las posesiones pasadas navarricas que se extienden más allá del río Ebro, y las capitales vascas de Vitoria y San Sebastián fundadas por el rey Navarro Sancho VI el Sabio.
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La democracia y la publicidad
"La democracia se nos ha muerto de frustración, de apatía, de hipermediatización publicitaria, de adicción al poder. Lo que ahora tenemos ante nosotros es su cadáver y todos sabemos que lo único que cabe hacer con los cadáveres es enterrarlos o resucitarlos. Los demócratas irrecuperables sólo podemos optar por el segundo término de la alternativa. Resucitar ese cadáver quiere decir refundar la democracia con el mismo nombre o con otro, pero enraizándola en los mismos principios y valores que John Rawls ha resumido en una expresión certera: 'El ejercicio de la razón pública', Collected Papers (Harvard Univ. Press, 1999). Ejercicio que tiene en la deliberación y en el debate sus manifestaciones más comunes y eminentes, lo que hace del vigor de los debates el verdadero baremo de la vida democrática, del que la práctica del voto es sólo una consecuencia.
Hace ya casi cinco meses que se inauguró en Francia el festival mediático a que se reducen hoy las ceremonias electorales. Cinco meses que hemos vivido políticamente al ritmo de sondeos -casi uno al día-, en torno de los cuales se ha organizado el bullicio mediático ad majorem gloriam de las empresas de comunicación que hoy están, conviene recordarlo, en poder de los grandes grupos económicos, tanto los media escritos como los audiovisuales. Bouyges, el más importante grupo constructor francés que domina también el mundo de la telefonía, es al mismo tiempo el dueño de TF1; Dassault, el principal fabricante de armas de Francia, es el amo de Le Figaro y de Valeurs Actuelles; el magnate Pinault posee la revista Le Point; el grupo Lagardère, también armamentista, controla Paris Match, Elle, Journal de Dimanche y un gran pie en Le Monde; Rothschild es el amo de Libération. Las consignas de quienes mandan se transmiten en el mundo de la comunicación desde lo no formulado y sus mecanismos más eficaces son: la convergencia implícita y los manejos tras el telón. No es necesario añadir que todos los platós de los debates televisivos, es decir, sus participantes y las secuencias de sus intervenciones han sido cuidadosamente amañados al servicio de Sarkozy. Brillante, muy pugnaz, intelectualmente bien utillado, apuesta simultáneamente, sin inhibición alguna a todas las opciones del espectro ideológico, con la sola excepción de la extrema derecha ya ocupada por Le Pen. El candidato de la derecha dice querer romper con la era de Chirac, de quien sigue siendo sin embargo ministro del Interior y se declara de centro democrático al mismo tiempo que ha hecho de Aznar y de Fini sus dos grandes amigos políticos. El primero, cuyos referentes de predilección son los neocons y las figuras de Reagan y de Thatcher, le ha ofrecido su think-thank, FAES, para la publicación y difusión de sus libros, oferta aceptada con entusiasmo por Sarkozy. Y el líder del neofascismo italiano Fini se ha convertido a través de su partido, Alianza Nacional, en el editor de sus obras. Ségolène Royal, que debió su popularidad inicial a la voluntad de ruptura con los modos convencionales de hacer política, a su independencia del aparato del Partido Socialista y a su inscripción en la "democracia de opinión", ha perdido appeal al convencionalizar su mensaje y sus modos. El fenómeno Bayrou se sitúa en la misma línea interpretativa en la que están el éxito de Le Pen en el año 2002 y el rechazo de la Constitución europea en 2005. Los franceses quieren otra política, otras ofertas, otros modos y otros protagonistas y una cierta parte del electorado francés -el 23% de las intenciones de voto proclamadas- han creído encontrarlo en el candidato centrista. Es difícil vaticinar hoy si este voto negativo llegará hasta el final o se quedará en el camino. En cuanto a la extrema izquierda, ha ofrecido de nuevo el lamentable espectáculo de una inacabable lucha fratricida. Menos mal que ese prodigio de la comunicación política que es Olivier Besancenot, líder de la Liga Comunista Revolucionaria, ha planteado las preguntas concretas esenciales que yo resumo en dos: ¿cómo es posible que aceptemos que la distribución de la riqueza en Francia haya pasado del 30% al 40% en favor del capital en menos de 30 años? y ¿cómo puede admitirse que los Gobiernos franceses regalen fiscalmente a las empresas del CAC 40, 60.000 millones de euros cada año? ¿Esa distribución de la riqueza es democrática y responde a la justicia social?"
17 marzo, 2007
Iniciativa de chirigotas para igualar sueldos
Esta igualdad a la baja anuncia protestas y huelgas dado que los hombres sufrirán recortes salariales entre 3.000 y 22.000 euros menos al año para poder frente a las mejoras en los sueldos de las mujeres.
Esperemos que la equiparación salarial española, aprobada por la Ley de Igualdad, el pasado jueves, no determine esta solución tan solidaria con el salario femenino.
12 marzo, 2007
Análisis cuantitativo del discurso de Rajoy tras la manifestación
España y españoles: 23 veces
Gobierno: 14
Eta: 10
Terroristas 9
Terrorismo: 7
Paz: 6
Pueblo: 6
Democracia: 5
Libertad: 5
Asusta: 4
Honra: 4
Justicia: 4
Recuperar: 4
Asesinos: 3
Batasuna: 3
Chantaje: 3
Consenso: 3
Víctimas: 3
Delirante: 2
Rectifique: 2
Sacrificio: 2
Navarra: 2
Terror: 2
Otegui: 1
Zapatero: 1
Humilla, humillaba y humillación: 1
Doblegar: 1
Injusticia: 1
Engañar: 1
Engañosa: 1
Un discurso con frases como que "el Gobierno rectifique", "nosotros haremos justicia", "una paz engañosa"... toda una actuación de intenciones hacia el Gobierno en una manifestación convocada por el principal partido de la oposición con las víctimas del terrorismo de fondo y trasfondo. Pueden leer todo el discurso aquí:
Las mujeres y el poder político
El profesor titular de Filosofia en la Universidad de Zaragoza se plantea si ese poder de la mujer viene de la paridad/cuotas políticas o de la calidad profesional de esas mujeres. Les invito a leerlo:
"La política continúa siendo una cosa de hombres, en mayor medida incluso de lo que parece y a pesar de los números tranquilizadores que recogen las estadísticas. El dato más evidente es que, de acuerdo con los estereotipos viriles de la competencia, se exija a las mujeres lo que suele darse por acreditado en los varones. Una prueba de esta dominación es que también la lucha por la paridad está llena de lugares comunes. Cuando la presencia de la mujer en la política no se justifica en términos de igualdad sino de diferencia residenciada en el género, se consagra un rol femenino que juega unas veces a favor y otras en contra de las mujeres, pero que siempre termina perjudicándolas.Esta ambivalencia se puede comprobar en la campaña de Ségolène Royal, la candidata socialista a las elecciones presidenciales de Francia, que ha sido beneficiaria y víctima del rol tradicional asignado a las mujeres. Lo que en un principio apareció como sinónimo de renovación y espontaneidad se viene transformando últimamente, en el imaginario colectivo cuidadosamente alimentado por sus rivales, en debilidad y falta de preparación. En una sociedad en la que siguen vigentes los lugares comunes del sexismo, lo mismo que le supuso una ventaja inicial (ser una mujer) puede convertirse en su mayor inconveniente. El resultado final es que corre el riesgo de sucumbir a esos clichés, a la trampa que permite a las mujeres adornar el escenario siempre y cuando renuncien a ser decisivas.Es muy frecuente el caso de mujeres que se hacen un hueco en el espacio público gracias a que no se presentan a sí mismas como personas políticas y en esa medida hacen valer su proximidad a los ciudadanos. Es un tópico que manejan también esos empresarios, jueces o periodistas que de vez en cuando se presentan a las elecciones y exhiben como una ventaja su falta de profesionalidad política. En este caso, ser mujer equivaldría a estar cerca de la gente y, por lo tanto, alejada del microcosmos de la política.
Ségolène Royal, aunque se ha formado en la cantera de la que proceden buena parte de los políticos franceses (la École Nationale d'Administration) y ha sido varias veces ministra, se presentó durante las primarias como menos "profesional" que Dominique Strauss-Kahn o Laurent Fabius y más próxima a los ciudadanos. No es extraño que su campaña se haya basado en la idea de una "democracia participativa", prolongación natural de esa sociedad civil que es el lugar reservado a las mujeres. Detrás de esto hay una manera de entender la paridad que ha pretendido promover a las mujeres definiendo la feminidad como el suplemento de la política, como su reverso. La historiadora americana Joan W. Scott mostró muy bien de qué manera la presencia de las mujeres no se ha promovido para corregir la representación sino para cuestionarla: las mujeres vendrían a introducir la sociedad civil en la esfera política, que se supone artificiosa, profesionalizada y lejana.Lo que han hecho los adversarios políticos de Royal es simplemente transformar esa falta de profesionalidad en vacío político e incompetencia. Al jactarse de que no tiene respuestas para todo, la candidata se ha beneficiado de la simpatía que despiertan los no especialistas, pero se ha expuesto a la sospecha de que no tiene ni idea. Lo que explicaba ayer su éxito (no ser un político como los demás, no ser un hombre e incluso no ser un político) puede ser lo que mine su credibilidad. Sería entonces presa de la trampa que permite a muchas mujeres jugar el papel de "personas corrientes" para después excluirlas como inhábiles. Aquí se comprueba hasta qué punto el paisaje de los lugares comunes está lleno de estereotipos que consagran, a la postre, un ventajismo masculino. Para las mujeres políticas, las condiciones que les abren las puertas del éxito pueden terminar siendo las que justifiquen su descualificación: que son, simplemente, mujeres.Hace tiempo, resumiendo sus investigaciones acerca de la historia de las mujeres, Michelle Perrot la resumía con la idea de que la diferencia entre hombres y mujeres consiste en que sólo el hombre es un individuo, es decir, alguien cuyo género es transparente, que está emancipadode su grupo de pertenencia, que es según lo que hace de sí mismo. La exclusión de las mujeres se ha llevado a cabo impidiendo, literal y simbólicamente, esa individualización. Por eso suele ocurrir que únicamente cuando aparece en el escenario una candidata se plantea la cuestión de la identidad, porque ya se sabe que los varones no tenemos género y no somos más que un individuo. El varón tiene posibilidades de realización personal no únicamente a causa de su no discriminación, sino porque se da por entendido que sólo él debe su valor a lo que hace y a la competencia que adquiere. En la tópica asignación de funciones, a la mujer se le atribuyen unas características que no le permiten distanciarse de su condición; una mujer, incluso la más exitosa, siempre será una mujer que ha tenido éxito y no -como en el caso del varón- alguien que ha tenido éxito.La conclusión para el caso de la política podría ser la siguiente: las disposiciones para el acceso de la mujer a los instrumentos de representación política deben fundarse en un mero hecho sociológico (que son, aproximadamente, el 50% de la población, mientras que sistemáticamente hay un porcentaje menor de mujeres en los puestos de responsabilidad política) y no en una supuesta cualidad esencial que vendría a remediar el desaguisado provocado por los políticos. Las mujeres no están más cerca de la gente sino, por desgracia, más alejadas de la política. Las políticas de "acción afirmativa" se justifican por la mera demografía y no por una cualidad distintiva que caracterizaría a todas las políticas, más allá de las siglas de cada una. La diferencia tiene sentido para promover al acceso, no para orientar la actividad política de las mujeres. La paridad habría cumplido su objetivo cuando la actividad política de las mujeres dejara de ser algo específico y grupal. Cuando las mujeres hacen política "de mujeres", desarrollando unos supuestos atributos de la feminidad (cercanía, humanidad, sentido común, inclinación hacia el cuidado y la protección, sensibilidad hacia lo particular...) que son precisamente los que las han recluido en la privacidad, contribuyen involuntariamente a que se las expulse del espacio público. La renovación de la política no va a venir de que las mujeres hagan una política femenina sino de la equidad efectiva. La paridad es necesaria para corregir una disfuncionalidad que dificulta la presencia de las mujeres en política, pero no para que las mujeres hagan, en tanto que tales, otra política que debería ser necesariamente más cercana y humana.¿Dónde reside entonces el verdadero poder de las mujeres? Desde luego que no en aquel que complementa o corrige el poder de los hombres, sino en el que puede sustituirlo. La dominación masculina puede incluso promocionar alternativas femeninas con la seguridad que no ponen en peligro el reparto de funciones que asegura su hegemonía. A lo que más tememos los hombres no es a una mujer, mucho menos si es mujer-mujer; lo que más nos incomoda es un individuo".
Los tebeos electorales franceses
En España no tenemos comics electorales y políticos, salvo la revista humorística “El Jueves” y alguna que otra viñeta suelta en los diarios, en Francia, con más tradición a la parodia y a las historietas mordaces, han aparecido numerosos tebeos de los principales líderes franceses: Ségolène, Chirac y Sarzoky.
Dentro de la estrategia electoral la proliferación de este género más atractivo que un periódico podría servir para acercar los líderes a los jóvenes votantes o sensibilizar a los menores no votantes de la importancia de la participación política.
Please, la política en el parlamento
No soy partidaria de manifestaciones callejeras, salvo las estrictamente necesarias, si a la oposición no le gusta el gobierno actual tenemos el instrumento de la “moción de censura”, o impeachment (en el derecho anglosajón) por la que el parlamento puede exigir responsabilidades políticas al poder ejecutivo y forzar su sustitución. Eso sí, tendría que conseguir mayoría absoluta para hacerla efectiva, muy difícil, visto que los demás partidos de la oposición no acompañan al PP ni en el tema del terrorismo ni en ningún otro.
UPDATE 16 de marzo:
Leo en El Confidencial que aunque la moción de censura no está descartada, los miembros de la dirección nacional del Partido Popular consideran que no es conveniente porque no se va a ganar, no hay votos suficientes.
01 marzo, 2007
Esas mayorías, simples, simplísimas
Ha ganado una moción de confianza en el Senado harto complicada y ajustada 162 votos a favor, frente a 157 en contra. En la votación del Congreso que se celebrará el próximo viernes no tiene problema porque cuenta con una mayoría holgada de 67 escaños más que la oposición. Además su punto débil lo va a tener en el Senado, que fue quien le hizo dimitir por una cuestión tan sutil como la política exterior italiana
No deja de ser una política de pies de barros y a veces, contra los intereses del propio programa electoral presentado a los ciudadanos dado que tendrá que gobernar a gusto de todos: radicales, verdes, vitalicios y democristianos a veces con posturas irreconciliables. Prodi seguirá hasta donde pueda y hasta donde le dejen pero Italia tendrá una estabilidad con problemas de debilidad que le pueden hundir en una nueva crisis sino saca adelante leyes con el consenso de todos. Cuentas, cábalas, es lo que tendrá que hacer para tener contentos a unos y otros.