
El diario “El País”, publicó, el cinco de noviembre pasado, una interesante columna de opinión firmada por Carmen Morán. Lleva como título revelador: “Los hombres están en políticas; las mujeres pasan por ella”. Realidad que todas y todos sospechamos cada vez que nos levantamos de la cama. Les dejo con su titular, su subtítulo y su sabroso contenido:
Los hombres están en políticas; las mujeres pasan por ella
-Los cambios impiden a las diputadas consolidar liderazgo en sus grupos-
Los hombres están en el Congreso, las mujeres pasan por el Congreso. Sólo eso cabe deducir de la permanencia de las diputadas en la vida política de
Los varones parecen insustituibles; las mujeres, intercambiables
La conveniencia de ocupar estos puestos políticos varios lustros es otro debate, pero lo que no admite discusión es que los partidos mueven la silla a las mujeres con más frecuencia. Pasa en el Congreso, en los parlamentos regionales, en los ayuntamientos... "Con las mujeres los partidos cumplen la cuota de renovación, la de juventud, y la de mujer, todas", explica Nazaria Moreno, ex diputada socialista. Sólo estuvo una legislatura.
Los datos recabados en un estudio de la doctora en Filosofía Alicia Miyares sobre la presencia de las mujeres en el Congreso desde que empezó la democracia son incontestables. Entonces, al inicio de la democracia, eran pocas, pero permanecían más tiempo porque aquellas que llegaban "estaban ligadas al poder orgánico de los partidos", dice Miyares.
Las mujeres han ido aumentando su presencia en el Congreso, las cuotas que se han impuesto algunos partidos para ello lo ha propiciado, pero el baile de escaños les impide consolidar una carrera política y un liderazgo.
Pocas repiten
En la legislatura de 1989/1993 sólo había 44 mujeres en el Congreso, pero el 59% de ellas repetía como diputada. En la actualidad hay 126, pero ya sólo repite en el puesto un 37%. Para el resto es su primera legislatura. Y puede que la última. Sin embargo, el 56% de los diputados actuales repite por segunda o más veces.
Así pues, el 60% de mujeres sólo está una legislatura en el Congreso mientras que en el caso de sus compañeros, eso sólo le ocurre al 47% de ellos. El promedio de permanencia de los diputados es de 8,1 años; el de ellas, 5,2. Eso, dice Alicia Miyares, hace buena la afirmación de que en política "los varones son insustituibles y las mujeres son intercambiables".
Cuantas más mujeres, más cambian. Eso se observa también partido a partido. En el socialista, que es el que tiene más diputadas, tanto numéricamente como en proporción, también sufren más cambios, casi el 70% son nuevas, frente al 58% de los varones. En el caso del PP, la mitad de las diputadas son nuevas mientras que sólo el 31% de los hombres se estrena.
No siempre ocurre que las diputadas salientes abandonen la política o que vayan a puestos menores, simplemente cambian y eso no propicia la consolidación de un liderazgo. Y allá donde van han de aprender de nuevo. "A veces la experiencia acumulada ya no te sirve. Cuando logras estar más tiempo consigues soltura, desinhibición, pierdes el miedo inicial", dice Nazaria Moreno. "Este cambio continuo creo que tampoco es bueno para amortizar la experiencia y los conocimientos adquiridos". Moreno defiende las cuotas que el Gobierno ha adoptado para asegurar un porcentaje de mujeres en las instituciones, pero lamenta que las mujeres no tengan poder para mantenerse. Cree que es necesaria la paridad "tanto a la entrada como a la salida".
María Dolors Renau fue secretaria de
Tampoco pasaron de cuatro años los que estuvo Inma Riera en el Congreso como diputada por Convergència i Unió. "La mayoría de las veces, cuando renuevan cambian a las mujeres. Eso ocurre en general, y no debería ser así. Quizá no es bueno permanecer mucho tiempo, pero dos legislaturas es idóneo. En una, haces lo que puedes, pero siempre es más limitado", afirma.
El PP no está a favor de las cuotas impuestas para asegurar la presencia de mujeres. Pero los datos de Miyares demuestran que los cambios de mujeres ocurren en todos los partidos.
Cuotas de poder
Las mujeres de