Definitivamente, no. La política de comunicación hacia el exterior no sólo es inexistente, dejando que “otros” hablen por nosotros, sino que lo poco que se hace, se hace mal. Así tenemos a Merkel dudando de nuestra economía, al Fondo Monetario Internacional rectificando su pesimismo sobre nosotros y a una oposición catastrofista.
Hay que recuperar la confianza en los mercados y reforzar una buena política de comunicación externa con datos y fiel a los hechos. Nada de palos de ciego como en plena crisis y tras el anuncio de los recortes salariales a funcionarios, va y se presenta en Granada, con la ministra de defensa al frente, el equipo ciencia-ficción del combatiente del futuro. Surrealista, pero cierto.
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