04 junio, 2008

Expertos en sondeos y publicistas como directores de campañas políticas

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Matt Bai, periodista del “The New York Times” publica en ese diario un artículo titulado “En la pugna Clinton-Obama, es el experto en sondeos frente al publicista”.

Clinton tiene como director de su campaña a Mark Penn, especializado en sondeos, y Obama, a David Axelrod que viene del mundo de la publicidad, el adorno y los mensajes con contenido y cortos. Hoy podemos saber, dado que Obama será el candidato demócrata a la presidencia de los EEUU que ha ganado el publicista frente al experto en sondeos y encuestas.

Les dejo con el artículo:

Los demócratas suelen hacer famosos a sus asesores de campaña, lo que explica por qué cualquiera que haya seguido de cerca esta carrera presidencial podría con toda probabilidad distinguir hace a Mark Penn o a David Axelrod, los directores de campaña de Hillary Rodham Clinton y Barack Obama, en un bar. Sin embargo, referirse a ellos de forma genérica como "asesores", como si fueran necesariamente expertos en la misma materia, es emborronar diferencias importantes en torno a cómo han llegado hasta donde están.

Esta lucha larga y extraordinaria entre Clinton y Obama ha resultado ser un estudio no sólo de la inteligencia y de los puntos ciegos de los propios candidatos, sino también de los de los asesores en los que más confían y a los que tanto dinero pagan.

Axelrod viene del mundo de la publicidad, una persona que ha dominado el arte de encerrar una vida entera en 30 segundos y que tiene el talento de contar historias personales de forma que la gente las pueda entender. El credo de Axelrod, la idea que le ha hecho tener éxito allí donde otros podrían .haber fracasado, consiste en que, en la actualidad, en las campañas lo importante no son los secretos políticos o el currículum del candidato, sino una narrativa más personal, más visceral.

Probablemente ésta es la razón principal por la que Obama, desde el primer momento, se ha centrado casi de forma exclusiva en los temas generales de la "esperanza" y del "cambio". Su campaña posee todas las características de un anuncio político: las palabras conmovedoras, las imágenes bonitas, la línea argumental simple y elegante de un sistema político en ruinas y el hombre al que le ha llegado su momento. .

Obama demostró la constancia de este enfoque en la noche que perdió en Ohio y Tejas. Clinton se había pasado la semana anterior ridiculizando sin piedad a Obama, tachándole de ser alguien que pronuncia discursos bonitos e imprecisos pero que no está versado en los ámbitos más especializados del gobierno. Yparece que estos ataques surtieron efecto.

Pero cuando Obama subió al podio en San Antonio, parecía estar dispuesto a reafirmar a Clinton en su crítica o, por lo menos, no intentó refutarla. Obama se volvió a sumergir tercamente en su familiar narrativa de inspirar un movimiento. Ésta es la fe casi desafiante que tienen Axelrod y su candidato en el poder transformador de su historia.

Penn, por otro lado, es un experto en sondeos y, como tal, suele enfocar las campañas como una serie de datos que se pueden diseccionar y que o atraen a los votantes o los alejan. Elabora un plan de asistencia sanitaria y un plan económico que causen buena impresión en e170% de la población. Presta atención a las palabras con las que aumenta el número de votantes en grupos específicos como, por ejemplo, "soluciones de verdad para Estados Unidos" o "lista para gobernar desde el primer día".

El foco de atención permanente de Clinton en el pragmatismo y la especificidad, así como su disposición a cambiar de eslogan, no son una mera consecuencia de su personalidad, sino que también se deben a la perspectiva estratégica de Penn, que da más importancia a las ideas comprobables que a las imágenes y a los temas dramáticos.

La influencia de Penn quedó de manifiesto recientemente cuando Clinton y su marido empezaron a hablar de repente de la posibilidad de incluir a Obama como candidato a la vicepresidencia, a pesar de que Clinton le ha menospreciado una y otra vez afirmando que le falta mucha experiencia para poder ocupar el Despacho Oval. Parece probable que Penn sometiera esta cuestión a un sondeo tras las victorias en Ohio y Tejas y viera que tenía cierto atractivo. Por consiguiente, la campaña comenzó de forma abrupta a martillear con un nuevo mensaje, uno que socavaba su crítica principal a Obama, con el objetivo de atraer a algunos sectores críticos entre los votantes que salían reflejados en los últimos datos.

Las historias de Axelrod han creado un héroe dinámico que a veces parece ajeno a los aspectos prácticos de lo que significa gobernar, y los datos de Penn han construido una plataforma creíble presentada por una candidata cuya teoría delliderazgo puede parecer limitada.

Lo que les encanta a los votantes de un candidato lo echan de menos en el otro.

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