19 marzo, 2008

Propuesta de un nuevo sistema electoral

La universidad de Granada ofrece a los partidos políticos un reparto más proporcional y con la gobernabilidad garantizada. Les dejo el artículo publicado en el diario “El País”:

Los porcentajes de votos obtenidos por los partidos no se traducen de forma parecida en la representación que obtienen en el Congreso. El PSOE obtuvo un 43,64% de los sufragios en las pasadas elecciones que se traducen en un 48,3% de escaños en el Congreso. Al PP le sucede algo similar: obtuvo el 40,1% de los votos y el 43,7% de los escaños. A las formaciones pequeñas de ámbito estatal, como IU, les ocurre lo contrario. Obtuvo un 3,80% de los votos emitidos y su representación en el Congreso es la sexta parte, un 0,57%. El candidato de IU, Gaspar Llamazares ya sabe que esto le pasa siempre y ha hecho de la modificación del sistema electoral una reivindicación continua en su campaña. Con cerca de 965.000 votos, IU-ICV tiene dos escaños.

El Grupo de Investigación en Métodos Electorales de la Universidad de Granada, comandado por Victoriano Ramírez, ha propuesto a los partidos políticos, tras años de trabajo, un sistema de recuento que elevaría notablemente los resultados de los partidos nacionales minoritarios, apenas notarían cambio los nacionalistas, a los que el actual sistema ni beneficia ni perjudica, "y favorecería la gobernabilidad" porque también prima a los ganadores. Se trata, básicamente, de la Ley D'Hont, pero el recuento de los votos es triple.

Primero, una puntualización: se modifica el número de escaños en alguna circunscripción (ver gráfico). Comienza el recuento. En la primera fase se reparten 350 escaños, como ahora, por circunscripciones, para asegurar que cada provincia esté representada.

Segundo reparto. Se suman 30 escaños más y los 380 resultantes se reparten, también con la Ley D'Hont, entre todos los partidos, pero en esta ocasión España es una circunscripción única, como una sola provincia. Ningún partido puede obtener ahora menos de los que sacó al inicio, por tanto, los que en realidad están en juego son 30 diputados. Es en esta fase cuando los minoritarios de ámbito estatal obtienen su parte de la tarta.

Tercera fase. En este paso se trata de "garantizar la gobernabilidad", es decir, favorecer al más votado, que, además, será siempre el que más diputados obtendrá. El Congreso vuelve a aumentar escaños, 40 más, hasta 420, que se reparten entre los partidos como antes teniendo otra vez a España como circunscripción única. Pero ahora el número de votos de cada partido se eleva al cuadrado, o sea, se multiplica por sí mismo. Los que han sacado 11 ó 10 millones de votos (PSOE o PP) se verán beneficiados sobre los más pequeños. Así pues, los 40 diputados extra serán, normalmente, para los dos mayoritarios. Si el porcentaje de votos obtenidos entre uno y otro es superior a un 6% aproximadamente, los 40 diputados irían para el vencedor. Si la diferencia es menor de ese 6% se los repartirán.

En los dos últimos repartos, el PSOE (siguiendo la simulación del gráfico) ha ganado 35 diputados más, pero ¿por qué circunscripción" Sus votos en cada provincia se dividirían por un cociente matemático (que se extrae en cada caso). Las provincias más pobladas ganan y abaratan el precio de un escaño.

Por último, Ramírez, propone que se pueda votar simultáneamente con listas cerradas pero bloqueadas y desbloqueadas. Es decir, que desde Madrid se pueda votar a un candidato de Soria, lo que valdría sólo para el segundo y tercer reparto.

"sólo se necesita un máquina como la de las quinielas para hacer ese recuento", explica Ramírez.

Propuesta del sistema electoral de la universidad de Granada

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